La mediación es un proceso estructurado que ayuda a las personas en conflicto a encontrar soluciones de manera pacífica y colaborativa. A continuación, explicamos cada una de las etapas que lo componen:
- 1. Toma de contacto y solicitud de mediación
El proceso comienza cuando una de las partes o ambas solicitan la mediación. El mediador explica en qué consiste el proceso, sus principios (voluntariedad, confidencialidad, imparcialidad) y las normas de funcionamiento.
- 2. Sesiones informativas
El mediador se reúne con cada una de las partes por separado o conjuntamente para aclarar dudas y confirmar su interés en participar. En esta fase, se analiza si el caso es adecuado para mediación.
- 3. Acuerdo de mediación
Si ambas partes aceptan, se firma un acuerdo de mediación en el que se establecen las reglas del proceso, el compromiso de confidencialidad y la disposición para dialogar de buena fe.
- 4. Identificación de los temas a tratar
Se determina cuáles son los puntos de conflicto y los intereses de cada parte. Esta etapa es clave para entender el problema y definir el camino hacia una solución.
- 5. Exploración de opciones y generación de acuerdos
Las partes, guiadas por el mediador, exploran posibles soluciones. Se fomenta la creatividad y la colaboración para encontrar acuerdos que satisfagan a ambas partes.
- 6. Formalización del acuerdo
Si las partes alcanzan un acuerdo, se redacta un documento con los compromisos asumidos. Dependiendo del contexto, este acuerdo puede tener validez legal elevándolo a escritura publica.
- 7. Seguimiento
En algunos casos, se establece un seguimiento para asegurar el cumplimiento del acuerdo y evaluar su efectividad en la relación entre las partes.
La mediación es un proceso flexible y adaptado a cada situación, pero siempre busca lo mismo: facilitar la comunicación y ayudar a las personas a resolver sus conflictos de manera justa y equilibrada.
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